Aprendiendo buenas características: Empeñarse a pesar de los detractores y los obstáculos.

Quien no ha experimentado las terribles acciones de los detractores o enfrentado obstáculos, quizá sea algo de lo que nunca nadie podrá librarse, lo más tremendo es que muchas veces dichas acciones o comentarios provienen de nuestra propia familia, en ocasiones manifestando duda como “la verdad no creo que puedas lograrlo”, “se vale soñar pero no de esa manera”, “porque no lo intentas de otra forma, así quizá lo logres”, o incluso como afirmaciones tales como “No te metas en eso, no puedes hacerlo”, “eso no es para ti”, o en los negocios “pues en otro lugar a lo mejor funcionaría, pero aquí eso no se vende” y qué decir de cuando nos motivan a callar “tu mejor no digas nada porque te puede ir peor”, “no pidas eso porque solo lo dan a otro tipo de personas”.

Es tal la influencia de los detractores que muchas veces terminamos creyendo que están en lo correcto y desistimos de la empresa, pero porque no mejor demostrar que están en un error, el empeñarse es de valientes y fuertes, una de las definiciones de la Real Academia Española es insistir con tesón en algo, y tesón a su vez significa decisión y perseverancia que se ponen en la ejecución de algo, lo cual por supuesto que debe dar buenos resultados.

En el evangelio escrito por Marcos encontramos esta historia:

Marcos 10:46-52 “46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.”

Bartimeo insistió por supuesto con decisión y perseverancia, los detractores le reprendían y le decían que callase, pero nada lo detuvo, sabía que si lograba que Jesús lo escuchara su vida cambiaría, el tenía la fe puesta en el Salvador, posiblemente sería la única oportunidad que tendría de que estuviera tan cerca de él, por tanto no dejaría que pasara de largo, Jesús lo escuchó, lo mando traer y le concedió su milagro, el empeño de Bartimeo es ejemplar, no solo los detractores lo estaban atacando, además tenía obstáculos en él mismo no contaba con el don precioso de la vista, pero empleo lo que si tenía, su oído porque al escuchar a la muchedumbre pregunto qué ocurría y se enteró de que Jesús se acercaba, su voz de tal forma que gritó y gritó hasta que captó la atención de Jesús, sus manos y piernas porque inmediatamente que Jesús lo llamo tiró su manto, es decir se despojó del estorbo con su manos y rápidamente caminó hacia él.

Por otro lado y algo que no podemos dejar de ver es el agradecimiento de Bartimeo, porque al recobrar la vista no se fue sino que siguió a Jesús.

En otro pasaje del Evangelio escrito por Lucas, encontramos una parábola que nos ilustra justamente que debemos insistir con decisión y perseverancia, esto es, empeñarnos, en este caso orar y no desmayar:

Lucas 18:1-8 “1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”

Es muy claro el consejo de la Palabra, empeñémonos pues en lograr lo que soñamos, en conseguir un milagro, en agradar a Dios, no permitamos que los detractores como comentarios o acciones de las personas que nos rodean o los obstáculos aún cuando estén en nosotros como alguna discapacidad, nos impidan llegar a la meta.

Dios les bendiga.

Aprendiendo buenas características: No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Este refrán popular encierra una enorme sabiduría para quien hace la excepción, particularmente ocurre en las relaciones más cercanas sean de familia o amistades, tenemos frente a nosotros las más claras y terribles evidencias de la verdad y no las queremos ver.
Así encontramos a una persona enamorada, a quien le advierten una y otra vez de la infidelidad de su pareja y aun cuando le ha llegado con la ropa olorosa a perfume ajeno o incluso le ha visto muy cercano a otras personas (incluso besándose), decide creer que solo son rumores y malos entendidos.
De igual manera los padres que dicen que sus hijos no son capaces de hacer ningún mal cuando han sido capaces de mentirles en reiteradas ocasiones o aun de robarles, tienen la evidencia frente a ellos pero prefieren hacerla a un lado con tal de no creer lo que en efecto está ocurriendo.
Pero también encontramos a quien se resiste a ver en sí mismo defectos o falta de control de carácter o actitudes que le causan problemas, pero que insiste en mantenerlos ocultos argumentando que no los tiene, con tal de no cambiarlos o corregirlos.
Quien se atreve a ver la realidad y se acerca a Dios para pedirle ayuda, sin lugar a dudas la obtendrá y sabrá cómo actuar, aun cuando vaya en contra de lo que otras personas crean o piensen, situación que es típica en especial cuando se trata de los hijos, ya que se tiende mucho a solapar sus malas acciones y defenderlos aun cuando sean culpables, en lugar de corregirlos y enseñarles a enfrentar sus responsabilidades.
Es totalmente cierto, no hay peor ciego que el que no quiere ver, nadie lo convencerá, aún cuando escuche la verdad una y otra vez, se quedará con sus propias ideas aun cuando le hagan daño, es importante por tanto examinarse e identificar si estamos en ese supuesto, con tal de cambiarlo, aun cuando ello represente desentrañar terribles verdades, pero es entonces cuando podremos realmente enfrentarlas y esforzarnos por cambiarlas.
Su hijo puede estar consumiendo drogas, quizá a un paso de no poderse liberar de ellas y si usted se mantiene pensando que no es capaz de acercarse siquiera a quien las vende, está corriendo el riesgo de que pierda aun la vida al esclavizarse a esa adicción.
Puede estar a punto de perder su matrimonio por negarse a ver sus problemas de carácter, viviendo encerrado en sus propios conceptos y responsabilizando de la crisis solo a su pareja, le aseguro que cuando el vínculo matrimonial se rompe sale usted más lastimado de lo que se imagina, su vida jamás podrá ser igual.
Puede incluso estar a punto de perder su trabajo o su negocio porque cree que todos a su alrededor son tan leales como usted y se niega a creer que le están saqueando su almacén o su caja, cuando ha visto con toda claridad que ello ocurre, pero se niega a creerlo porque supuestamente son sus amigos y no solo sus trabajadores o compañeros de trabajo.
Son tantas las situaciones que podemos atravesar por no querer creer, ver u oír, que merece la pena dedicar un tiempo a reflexionar en este tema, para ayudarle un poco le contare una historia:
Lucas 18:31-34 “31 Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre. 32 Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido. 33 Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará. 34 Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía.”
Muchas veces me he preguntado, como es que a los discípulos de Jesús les cayó tan de sorpresa su aprehensión y muerte, cómo es que sabiendo lo que iba a hacer no detuvieron a Judas, cómo es que estaban tan desconcertados al momento de la detención que ni siquiera supieron que hacer y solo se dispersaron, ciertamente todo ocurrió para que se cumplieran las escrituras, pero es necesario notar todo ello y digno de ser analizado.
La única explicación que encuentro es precisamente de lo que les he escrito hoy, los discípulos siendo israelitas, estaban tan convencidos de que el Mesías sería un conquistador y un libertador, que simplemente se negaban a entender lo que Jesús les dijo tantas veces y de manera tan clara.
Podríamos decir que esto nos debería dar cierta tranquilidad de que no somos los únicos a los que les pasa, si a los discípulos de Jesús les ocurrió, cuando la verdad se las estaba diciendo el mismísimo Hijo de Dios, pues a nosotros incluso se nos podría disculpar que nos ocurriera.
Sin embargo lo que debemos hacer es tratar sobre manera de ser la excepción, sabiendo de antemano que nos ayudará a mejorar nuestra vida en esta tierra, Jesús no quería que sus discípulos se mantuvieran engañados, es por ello que insistía en hablarles de lo que vendría, lo cual significa que Jesús nos invita a que veamos nuestra realidad y la enfrentemos con su ayuda, hagamos lo necesario y ayudémonos a tomar las decisiones correctas de acuerdo a la verdad revelada por Dios a través de su palabra.
Dios les bendiga.

La preexistencia de Cristo.

Juan 1:1-2

“1 En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 2 El que es la Palabra existía en el principio con Dios.”


a)   Me gustaría empezar con el versículo 2 que dice: El que es la Palabra existía en el principio con Dios.”, porque aquí es donde Juan hace alusión y aclara lo que quiere decir cuando menciona “Palabra”, se refiere a Cristo, por eso “El que es”, por supuesto no es solo un argumento suyo, sino que el mismo Jesús lo dijo cuando mencionó que Él era “el camino, la verdad y la vida”, la verdad es la Palabra.

Luego entonces Juan nos dice que Cristo ya existía en el principio, es decir cuando se llevó a cabo la creación Él ya estaba allí con Dios.

Ahora veamos con detalle el versículo 1.

b)  “En el principio la Palabra ya existía”. Juan nos dice que la Palabra ya existía, esto es que la Palabra no es una cosa creada sino que ya estaba allí antes de la propia creación como ya lo mencionábamos.

El vocablo griego del cual se traduce Palabra o en otras versiones Verbo, es λόγος lógos, que tiene por supuesto esos significados y otros más como algo dicho, razón, sentencia, pero Juan le da la connotación de Expresión Divina.

Parafraseando diríamos que cuando se llevó a cabo la creación de acuerdo a Génesis 1, la Expresión Divina ya estaba allí, esto es Cristo ya estaba allí.

c)   “La Palabra estaba con Dios”. En el libro de Génesis capítulo 1 versículo 26 menciona “Entonces Dios dijo: Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros.” Dios está hablando en plural, Cristo ya estaba con Él, Juan insiste en proporcionarnos esta verdad fundamental, difícil para nuestras mentes, pero al final totalmente cierta, por tanto Cristo conoce todo desde la creación, sabe por tanto los propósitos del Padre y es Él quien nos lo puede hacer saber de manera más clara, no hay ninguna otra vía.

Una de los grandes conflictos del hombre es precisamente la confusión respecto a su propósito en la tierra, la mejor manera de conocerlo es a través de Jesús, porque solo Él puede conocerlo directamente del Padre, de nuevo las palabras de Jesús son firmes y definitivas nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.”

d)  “y la Palabra era Dios”. Juan está buscando que no quede la menor duda de que Jesús es también Dios, es decir ya existía, estaba al lado de Dios el Padre pero además en sí mismo es Dios, los cristianos creemos en un Dios trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo), con una unidad perfecta.

Pero lo maravilloso que nos muestra Juan en este parte del comienzo de su evangelio es que Dios es y siempre fue como Jesús, que nosotros podemos conocer a Dios y su naturaleza a través de conocer a Jesús, quitándonos todo indicio de que Dios pudiera ser severo o vengador o justiciero, más bien debemos verlo amoroso, misericordioso, y lo mejor es que su amor es eterno e inalterable.

En conclusión: Podemos decir que Cristo ha existido siempre desde antes de la creación, por tanto no es parte de ella sino de la eternidad, que al estar con Dios sabe y nos puede decir los propósitos de Él para nosotros de manera clara y por último que al ser Dios conociéndolo a Él podemos conocer al Padre, dejándonos más que entendido su amor eterno e inalterable, borrando todo indicio de Dios como severo, vengador o justiciero.


Aplicación e invitación: La falta de conocimiento de nuestro propósito nos ha llevado a buscar caminos equivocados para descubrirlo, incluso pudimos culpar a Dios por ello, pero hoy tenemos la oportunidad de encontrar ese propósito a través de disponernos a conocer a Jesús, le invitamos a hacerlo, el primer paso es aceptarlo como Señor y Salvador de su vida, por ello en este momento haremos una oración todos, no importa si usted ya la hizo antes, es para acompañar a quienes no lo han realizado aun.