Aprendiendo buenas características: Abrirse al mundo de las posibilidades.

El pasaje del cual les voy a hablar hoy, es uno que ya hemos tratado, nos relata la historia de un padre angustiado, desesperado por conseguir ayuda para su hijo, quien se encontraba poseído por un espíritu mudo desde niño, siendo azotado algunas veces en el agua, otras en el fuego, de manera que padecía un gran sufrimiento.
Este padre lleno de esperanzas busco a Jesús, pero no lo encontró porque estaba en el Monte, pero llego ante los discípulos de Él y les pidió ayuda, sin embargo ellos no pudieron hacer nada, sin duda se desanimó, su angustia se convirtió aun más en desesperación, los cercanos de Jesús no habían podido ayudarle. Cuantas veces nos encontramos en momentos así, sea por problemas de salud, económicos, emocionales, vamos y tocamos puertas y no nos abren, o si nos abren es para decirnos que no pueden ayudarnos, incluso las personas de quienes más esperamos apoyo nos dicen esa terrible frase “no puedo”, que al escucharla cimbra nuestros oídos y le agrega un peso más a nuestra situación.
Continuando la historia, mientras los discípulos discutían respecto a la situación de este muchacho, aparece Jesús, entonces el padre desanimado recobra fuerzas y corre con la multitud teniendo un gran asombro que se convirtió en esperanza y cuando el Maestro preguntó de que discutían, este padre con un nuevo aliento le dijo lo que ocurría, trajo a su hijo para que fuera curado y sus discípulos no habían conseguido hacer nada, Jesús entonces con cierta tristeza y desesperación por la falta de efectividad de sus discípulos, decide ayudar al muchacho, le pregunta al padre desde cuando sufre de ello, quien le explica que desde niño y que de una u otra forma trata de matarle, por lo que le pide misericordia diciéndole: pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.”(Marcos 9:22b), es entonces que Jesús dice lo que inyectó más fuerza a su esperanza recobrando la fe:
Marcos 9:23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”
Cuando hemos acudido a todos los que creemos que nos podían ayudar, cuando nuestra esperanza ha desaparecido y nuestra fe esta casi perdida, debemos saber que Jesús está muy cerca de nosotros, que debemos voltear, poner atención y al verlo el asombro que nos causará transformará nuestra situación pero además abrirá un mundo de posibilidades cuando escuchemos su tierna voz decirnos “Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”
Puede ser nuestra situación la peor desde nuestro limitado punto de vista, pero si nos damos la oportunidad de creer que Jesús está ahí para ayudarnos, si nos damos la oportunidad de creer que Él es el hijo de Dios, de que es el dueño de todo y que tiene también todo el poder y la sabiduría para resolver cualquier situación, sin lugar a dudas nuestra vida será transformada y recibiremos todo lo que necesitemos.
En esta historia el padre recibió la ayuda para su hijo el cual fue liberado del espíritu mudo, nosotros podemos recibir liberación también, salud, sabiduría, recursos económicos, capacidades, firmeza, dominio propio, mayor fe, lo que sea porque la palabra dice todo, siempre y cuando creamos en Jesucristo.
Abrase a ese mundo de posibilidades que Jesús le ofrece, no deje pasar esta oportunidad, Él está tocando a su puerta, no lo piense más ponga la mano en la cerradura y ábrala.

Dios les bendiga.