Aprendiendo buenas características: Responsabilidad y respeto con y para el matrimonio.

Sin duda uno de los deterioros más fuertes que ha sufrido la humanidad es en cuanto a la unión del matrimonio, es decir, la famosa frase “para toda la vida” se ha ido convirtiendo en una vana repetición sin demasiada importancia, lo lamentable es que esto no es nuevo, en cada época han existido diferentes factores que han influido en la desaparición del vínculo matrimonial con relativa facilidad.
Hoy día por ejemplo se escucha decir “casémonos por el régimen de separación de bienes por si acaso no funciona y nos divorciamos, sea más fácil”, en algunos países existe la posibilidad de elaborar acuerdos prenupciales también para facilitar o prever los divorcios y proteger los intereses de los cónyuges adinerados, también se da en gran medida la unión libre bajo el argumento de “no necesitamos una firma, nuestro amor es suficiente” o “probemos un tiempo juntos, para conocernos mejor y si funciona entonces nos casamos”, algo también escuchado es el hecho de que se diga que ya no se cree en el matrimonio, etc.
Ya no se piensa tanto en casarse, ya no se le da mucho valor al hacerlo o al tener que hacerlo, una de las razones por las que un tiempo si se hacía era porque era necesario para tener relaciones sexuales, sin embargo la promiscuidad y el libertinaje a crecido de tal forma que ya no es un requisito casarse, es más, podría considerarse que esperar hasta el matrimonio es un error, por ello el crecimiento del número de adolescentes embarazadas y las enfermedades de transmisión sexual.
Existen grupos que están a favor de las relaciones sexuales prematrimoniales y que las promueven como algo sano y necesario, pero si lo analizamos de manera exhaustiva y tomando en cuenta las consecuencias que han traído a la humanidad no nos queda más que aceptar que se ha estado en un enorme error y que debemos volver a las sendas antiguas establecidas por Dios mismo desde la creación.
La responsabilidad con respecto al matrimonio y el respeto a esta institución tiene y debe prevalecer, veamos lo enseñado por Jesús:
Marcos 10:1-12 “1 Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía. 2 Y se acercaron los fariseos y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer. 3 El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 4 Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla. 5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; 6 pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. 7 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. 9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 10 En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, 11 y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; 12 y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
En este texto, Jesús hace hincapié en lo que fue al principio, esto es aún antes de la ley mosaica, a lo establecido por Dios en la creación, por tanto el divorcio no representa una opción, es en este punto en el que debemos ser muy responsables con respecto a la unión matrimonial, no solo es decir estoy enamorado y listo, sino el ser consciente de que será para toda la vida, tampoco guiados solo por las pasiones porque eso se acabará tarde o temprano, sino basados en una decisión de amar y permanecer.
La institución matrimonial y el vínculo que se genera (los dos serán una sola carne), merece un respeto inalterable que debemos estar comprometidos a cuidar, en el evangelio de Mateo capítulo 19 versículo 9 dice:
Mateo 19:9Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.”
Aquí Jesús nos está diciendo que la fornicación sin lugar a dudas rompe el vínculo matrimonial y si me permiten entenderlo así, esta ruptura del vínculo puede darse antes o después del matrimonio, antes si se tienen relaciones prematrimoniales aun cuando sea con la persona que se case, la unión no se fortalece sino al contrario se debilita porque el respeto y la confianza se pierden, el novio puede pensar con cuantos más haría lo mismo, la novia puede decir solo para esto me quería y quien sabe cuántas veces lo ha hecho antes, etc., por supuesto la fornicación después de casarse representaría adulterio y sin duda es un golpe que en la mayoría de los casos es fatal para el vínculo matrimonial.
Casarse es una de las experiencias más bellas que se pueden experimentar, el tener un compañero, una compañera (aclaro en las relaciones heterosexuales, porque son las únicas aceptadas y establecidas por Dios) hasta que la muerte los separe, es maravilloso, el libro de Proverbios dice:
Proverbios 18:22 “El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”
Lo que fortalece enormemente la institución del matrimonio, por lo que me parece que debemos luchar para eliminar los parásitos y las malas influencias que atacan esta institución, y enseñar a nuestros hijos el valor que tiene, quizá nosotros ya nos hemos equivocado y hemos caído en la contribución de la destrucción, pero mientras estemos vivos estamos a tiempo de poner nuestro granito de arena para resarcir el daño, Dios en su infinita misericordia nos ayuda a restaurarlo, pero requiere de nuestra voluntad, esfuerzo y disposición.
Por tanto rescatemos el respeto y fomentemos la responsabilidad hacia el matrimonio es una de las principales maneras que tenemos de transformar a nuestra sociedad tan deteriorada en principios morales y sociales.

Dios les bendiga.